Lidia García Castillo
LA GENEALOGÍA
DE LA MORAL
El comenzar
con una verdad tan curiosa y profunda como el hecho de que no nos conocemos a
nosotros mismos ya que nunca nos hemos buscado aunque algo lejano al objetivo
del escrito es una cuestión muy importante en la que nunca pensamos y por ello
mismo es que se hace más evidente, tal como se maneja en el texto “de nadie
estamos más lejos que de nosotros mismos”, además de obtener la reflexión del
lector llega a su conexión con el resto del texto cuando se refiere a los “conocedores”.
Se comienza con una irónica negación pues a quienes llama “conocedores”
incluyéndose dice no se conocen a sí mismos, terminando por ser conocedores de
cosas triviales, por lo tanto conocedores sin bases, sin mayor importancia.
Aquí Nietzsche expone un punto
de vista de una realidad drástica cuando hablamos de explorar al mundo, es como
si nos invitara a descubrir cosas nuevas comenzando por lo que tenemos más a la
mano pero que no por ello hemos tomado con seriedad, conocer al conocedor para
poder conocer el resto del mundo, no vernos obstaculizados por la ignorancia de
quien somos.
Ya entrados en
el tema lo que Friedrich Nietzsche
pretende lograr mediante su obra “genealogía de la moral” es analizar el
surgimiento de lo que el hombre llama “bueno” así como su contrario “malo”, dice
que con la misma necesidad que el árbol da sus frutos crecen de nosotros los
pensamientos y los valores, nuestro “sí” y “no”, les otorga un principio común,
puede parecer simple de entender pero primero hay que pensar un poco en la
necesidad a la que se refiere cuando habla en similitud entre árbol y humano,
no hay que desviarnos con el objetivo externo, pues el árbol bien puede dar
frutos para alimentar otras especies, pero el verdadero objetivo, uno interno,
de grado biológico, es propagarse, dejar huella en el mundo a través de la
siguiente generación, un tipo de auto superación. Así cuando en el hombre
surgen los pensamientos, sus frutos, debería de sentir una gran realización y
más al poder implantarlos para que lleguen más lejos, para poder dejar un
legado de existencia sobre la Tierra, no solamente ser frutos que algún día
existieron y terminaron por marchitarse al igual que el cuerpo de donde
proceden.
Prosigue
hablando está vez aún más dentro del tema haciendo referencia a la moral como
algo propio pero no muy bien recibido por el autor, es la total contradicción
que se da entre la sociedad en la que se desarrolla y él mismo, sus ideales.
También nos habla del comienzo de su pensar en el mal, la primera solución que
le da al conflicto es una divina, Dios es la solución de los mediocres que no
quieren complicarse buscando una razón justificada y comprobada. Tal como un ser humano primitivo se
convence a sí mismo de esto pero más tarde se dio cuenta que el origen debía de
encontrarse en el mundo mismo, en el hombre mismo, suele suceder cuando las decepciones
que recibes de aquel dios considerado omnipotente son tantas que incluso dudas
en su existencia, su poder ahora resulta vano.
El
origen es algo conflictivo, variable, las costumbres cambian de lugar a lugar
así como los conceptos de bien y mal, para lo que un pueblo está bien para
otro, no muy lejano puede ser lo bueno, entonces no podemos encontrarnos ante
una verdad absoluta aplicable para todos, pero si algo general, las
conclusiones más repetitivas pero sin olvidar por completo las excepciones
dadas. No sólo sucede con lo bueno y lo malo sino con el resto de los valores,
la justicia, por ejemplo, en algunos sitios es tan drástico el hacer justicia
que requiere de la muerte por un delito muy leve que en otro tipo de cultura
sería justificado tan sólo con el pedir perdón; no se trata de falta de
fundamentos lógicos de una u otra parte sino que los valores han tomado caminos
distintos hasta ser lo son hoy.
Para
el filosofo la compasión, lo que él llama el reblandecimiento moderno de los
sentimientos, resulta un valor negativo, se declara en su contra pues lo hace
dudar de la moral, lo ve como una debilidad y es justo aquí cuando comienza la
crítica más fuerte hacia los valores morales. Pero aún cabe recapacitar acerca
de por qué su problema al hablar de la compasión, será que crea conflictos
entre el resto de los valores
haciendo que sean olvidados y de cierta forma reemplazados o tendrá más
bien que ver con una debilidad personal, sea como sea la conclusión es la
misma, no se puede fiar en la compasión pues resulta enemiga destructora de la
moral.
¿QUÉ
ES LA TRASVALORACIÓN DE TODOS LOS VALORES?
La
transvaloración de todos los valores significa otorgarle un nuevo sentido a la
moral, viéndola desde un punto de vista alejado de la sociedad, tan externo a
ella que se aleje de los prejuicios ya existentes, partiendo desde cero y
obteniendo resultados que pueden ser contradictorios a los que manejamos como
reales pero aun así guardar la misma importancia sin necesidad de ser
considerados absurdos; en el plano que se propone son es en verdad el sentido
que deberían adquirir teniendo en cuenta que parten del razonamiento y no del
acostumbre y otros prejuicios de las personas.
Nietzsche al cuestionar el
valor de los valores dice que hace falta un conocimiento de las condiciones y
circunstancias de las que han surgido, se han desarrollado y han dado paso a su
diversidad de formas.
Luego
llega a una repentina idea cuando se detiene a analizar qué pasaría si por el
contrario de lo que creemos el valor “malo” o malvado fuese más valioso en el
desarrollo del hombre que el valor “bueno”, pues al ver de la sociedad es mejor
el valor de lo bueno sin duda alguna por simple costumbre; expone a la moral
como un gran peligro en ese sentido. A partir de ello busca emprender un nuevo
camino de razonamiento, mirar con nuevos ojos a la moral.
Para
Nietzsche algo que resulta
aún más crucial que el origen de la moral es el valor que esta toma, es el
motivo detrás del cual buscamos su origen, pues como ya bien mencionaba
anteriormente el camino por el cual se aborda un valor es el que le va a dar sentido a su interpretación y
aplicación. Nos referimos al contexto en el cual es ejecutado.
Podemos
llegar a una conclusión personal en cuanto a los valores cuando son juzgados
desde las palabras de Nietzsche y podemos tomar
nuestra propia conclusión olvidándonos de todo lo demás, a lo que lleguemos de
ambas maneras es correcto pues a fin de cuentas es lo que persigue y por lo que
tanto lucha en el texto Nietzsche, el caso es que
tras el paso del tiempo muchas cosas han cambiado y pueden dejar de ser aplicables
los mismos principios; por ejemplo al referirnos a este autor en partículas que
considera al hombre poseedor de razonamiento mientras que a la mujer sólo la ve
como un objeto es de repudiarse esto en los tiempos modernos pero es algo
propio del tiempo en el cual este hombre vivió, ahora se le ha otorgado un
papel más importante a la mujer al grado de ya superar las perspectivas del
hombre, se le ha dado un nuevo sentido pero no por ello es correcto, quizás
dentro de algún tiempo retrocedamos en pensamiento pero continua en duda el
valor de esta moral.
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