lunes, 2 de abril de 2012

DESENREDANDO LA PARÁBOLA DE LA CAVERNA

Es difícil definirle un ámbito a la parábola de la caverna, a mi parecer podría encajar en cualquier género que hable sobre cerrar los ojos y acomodarnos en nuestros sillones cómodamente si querer hacer nada más “ahora represéntate al estado de la naturaleza humana, en relación a la ciencia y a la ignorancia”[1] ignorancia, ese estado de comodidad en el que se encuentra la mayoría del mundo, ignoramos las cosas que nos preocupan o nos podrían molestar de alguna manera, queremos que el mundo se arregle solo y rápido. Representemos pues el lugar donde nos encontramos como una gran caverna, un antro subterráneo dividido en algunos estadios mentales donde nosotros mismo podríamos decidir si quedarnos o no.

Primer estadio, Imaginación

Hasta adentro la ignorancia en su más puro estado donde presos desde su nacimiento, viven encadenados de cuello y piernas a un muro, de modo que no pueden pararse de su sitio, ni moverse, ni girar la cabeza hacia ningún lado y mucho menos caminar fuera de la caverna. Políticamente hablando vivimos esto todos los días en cada noticia en cada millón que gastan en las selecciones, en cada noticia escondida al mundo.

Ahora bien imaginemos al estado como eso, como un agujero en medio del mundo “que tenga una abertura que de libre paso a la luz, y en esta caverna hombres encadenados desde la infancia, de suerte que no puedan mudar de lugar ni volver la cabeza”[2] serian a mi parecer la gente ignorante del pueblo, sin moverse a hacer algo para salvarse de las garras de la idiotez, abajo todas las cosas son sólo sombras porque sólo así las quieren ver, para que ver mas allá de tu nariz si se puede conformar un placenteramente con ver lo que quieres sin que te importe nada más.

Esto es precisamente la imagen de la condición humana dice platón. Al otro lado del muro pasan algunos caminantes con figuras diferentes en formas de animales, y hombres de distintos materiales como piedra y madera, que al tiempo se reflejan dentro de la caverna, algunos de estos caminantes callan y algunos otros hablan.

Es obvio pensar que algún individuo con razón no tomara en cuenta esto, sin embargo los presos toman esto como su única verdad, felizmente se atienen a escuchar, oír y ver lo que los demás quieren que escuchen, oigan y vean y si en algún lado les pudieran proporcionar sentimiento puedo asegurar que también se atendrían a sentir y desear lo que los demás quieren, es pues que me atrevo a decir que la comparación entre el estado y la caverna va de la siguiente manera, hemos de ser tan conformistas que podríamos ponernos a creer, ver, acuchar, sentir lo que los otros quieren, incluso a dejar que los anuncios de la televisión nos digan lo que necesitamos o dejamos de necesitar. Solo vemos las sombras de lo que son las cosas y nos conformamos con las frases inacabadas, sin atrevernos siquiera a intentar escuchar o tomarle sentido a tal platica.

Segundo estadio, Opinión

En la misma caverna del otro lado del muro unos caminantes pasan, con figuras que se proyectas frente a una fogata, este es el mundo de la opinión, donde lo que sobra es voluntad, aquí el hombre se retira las cadenas. Si son entonces obligados a ver el fuego, por el deslumbramiento no podrán ver bien los objetos, este nivel corresponde al de la opinión.

Si en nuestro caso pasara que se nos obligue a mirar más allá de lo que está en nuestro espacio, si se nos obligara a abrir los ojos y mirar lo que en realidad está pasando la molestia seria grande, nos inundaría una gran decepción por lo que es realmente nuestro entorno, sería como incluirnos en los problemas de este mundo sin querer hacerlo, en definitiva y políticamente hablando a mi parecer hacemos esto todos los días, vemos y escuchamos lo que la televisión dice y entonces si se nos obliga a ver la realidad loramos y renegamos de el mundo tan asqueroso en el que nos toco vivir, sin atrevernos a ir más allá de la crítica mal planteada y destructiva.

Ahora bien si se intentase sacar de ahí a los comodinos, es decir “que se desligue a uno de esos cautivos, que se les fuerce de pronto a levantarse, a volver la cabeza, a marchar y mirar el lado de la luz; ara todas esas cosas con un trabajo increíble”[3] ya que no tiene la costumbre ni la astucia ni las ganas de volverse siquiera a mirar a lo que hay tras él, significa que al querer sacar al pueblo de su error es decir algo como obligarlos a votar, se quejaran miraran a los dos lados y seguirán en su caverna dejando que el mundo se pudra pero quejándose todo lo que se pueda. Platón se pregunta qué pasaría si se les diera esta luz, si se les obligase a mirar el fuego seguramente sentirían molestia en los ojos, mismo que si obligáramos a alguien a levantarse y exigir lo que le corresponde por sí mismo. Sucede que estamos aquí maldiciendo la porquería de país que nos deja cada presidente, y sucede de la misma manera que no hacemos nada para que esto se acabe.

A pasado entonces a un estadio nuevo, Pensamiento

En el tercer estadio se encuentran los que quieres sacar a otros de su ignorancia, sin saber ellos mismos, por supuesto que para quien a estado en las sombras es fácil creer lo que otros le dicen. “Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.”[4]

Luego si se llegara a acostumbrar a vivir arriba lejos de la oscuridad podría suceder que recordando esto compadeciera a sus antiguos compañeros, pero siempre existe el gran peligro de que de alguna manera este pudiera regresar adentro, entonces no podría volver las cosas igual que antes. “si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol?”[5]

Como si después de habernos mostrado lo que realmente pasa en las elecciones de pronto nos quisieran cubrir de nuevo los ojos fingiendo que nada paso. Si el ahora filósofo llegara a descender de vuelta, ya no se acostumbraría a la sombras, si no que más bien quedaría como un tonto al tratar de segarse a si mismo otra vez. Y si intentara de alguna manera inducir a los otros hacia la luz, si los intentara llevar hasta arriba los otros podrían casi matarlo por quererlos sacar de la ignorancia donde duermen desde su nacimiento.

Es difícil entrar al último estadio ya que este solo se logra con la inteligencia.

Después el mundo de la verdad iluminado en su totalidad con la luz del sol donde los objetos encontrados son reales, y es fácil distinguir entre lo oculto y lo no oculto. “Tampoco sería extraño que alguien que, de contemplar las cosas divinas, pasara a las humanas, se comportase desmañadamente y quedara en ridículo por ver de modo confuso y, no acostumbrado aún en forma suficiente a las tinieblas circundantes, se viera forzado, en los tribunales o en cualquier otra parte, a disputar sobre sombras de justicia o sobre las figurillas de las cuales hay sombras, y a reñir sobre esto del modo en que esto es discutido por quienes jamás han visto la Justicia en sí.”

Pues si bien el sujeto dentro de la caverna no hace por salir, una vez fuera ya no quiere volver a entrar, pasa lo mismo con quienes tienen poder de alguna manera, una vez enterado de lo que pasa en el mundo real y una vez que le encuentre gusto a este no abra manera de hacer que regresa a la ignorancia donde nació, ahora es más bien un ser libre llegado al mundo de la inteligencia, alguien que piensa por sí mismo, a este paso ya no es posible que crea, sino más bien investigara por su propia cuenta que es lo que pasa y porque pasa.

Personalmente mi conclusión va más allá de entender toda la metáfora como parte inconfundible del día a día de esta sociedad, deja clara la enseñanza de seguir prosperando de dejar de conformarnos con lo que otros quieren que veamos y pensemos y comenzar a razonar por nosotros mismos.

Digo que por supuesto todos hemos estado atenidos a la ignorancia del primer nivel viendo lo que otros quieren sin atrevernos a pensar, que hemos intentado por fin a mirar más allá pero nos arrepentimos por segarnos con la realidad.

Que hemos intentado salir sin éxito y hemos enseñado algo inservible y falso al tratar de sacarlos de su ignorancia, pero también digo que en algún momento tendremos que Salir de todo e intentar ir más allá de todo, ver más lejos y dar importancia a lo que ocurra dentro de la sociedad.

Dar importancia a nosotros mismos y a los demás, a las cosas que hay fuera de la caverna.



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