lunes, 2 de abril de 2012

SON ATEOS, GRACIAS A DIOS

MIGUEL ANGAL GONZALES CONTRERAS

ANAKAREN LARA GAYTAN

CYNTHIA HUERTA HERNÁNDEZ

MARÍA MAGDALENA CARREÓN PEDROZA

JOSE HERNAN CALDERON

ERICK ENRIQUE ROQUE DAVILA

GRADO: 6° GRUPO: J

¡No hay peor ciego, que el que no quiere ver! En la vida diaria nos desarrollamos en una sociedad que esta fuertemente influenciada por la religión. La mayoría de nosotros nos movemos en un círculo social que está vinculado a ella, un trato que va de la mano con nuestra creencia, el cual se nos ha impuesto desde muy pequeños. Algunos de los ejemplos y con los cuales tenemos que cumplir a partir de una cierta edad son: el bautizo, la primera comunión, la confirmación, etcétera.

Pero, ¿por qué hacemos de la religión un estilo de vida sin conocer su significado?; La respuesta sería “sencilla” porque de la sociedad que te rodea seguimos a quien tiene una convicción fuerte sobre las personas con las que tienes un trato directo en tu vida, alguien que sea capaz de mover ideales, una persona que pueda jugar con la mente de los demás sin salir perjudicado dentro de lo que hace “Dios nos ha dado la lengua para que podamos decir cosas amables a nuestros amigos y duras verdades a nuestros enemigos. Heinrich Heine”. Esas personas utilizan la “palabra de Dios” como medio para manipular masas de gente a beneficio propio, cuando llegan a un punto de poder en el cual quieren más, dejan de pensar en el bien común de la sociedad y dedican lo que les queda de vida a satisfacer su egoísmo.

Pero lejos de dejarnos dominar dentro de esos círculos de poder, somos quienes tienen la última palabra. Aunque no se hagan huelgas en nombre de Dios, cada quien sabe a lo que va y por dónde llevará su camino, todo esto es simple cuestión de convicción. Quien tiene una firme convicción en lo que cree o piensa, no será fácilmente doblegado ante mentes crédulas con respecto a lo que creen saber y no saben.

La religión nos muestra la salvación después de la muerte, un lugar donde ya no habrá penas, el paraíso que Dios prometió a los mortales para luego gozar con él la vida eterna. Estamos en un camino relativamente corto mientras vivimos aquí, pero en el proceso de estancia en esta vida tenemos que obrar bien y en bien del prójimo para tener cuentas claras que rendirle a ese ser supremo cuando la muerte nos llame.

En esta travesía que es la vida caminamos ciegos ante una promesa a la que deseamos llegar, un hecho que el hombre se imaginó y dentro de ese pensamiento lo hizo realidad. Desde siempre se ha sabido que el hombre tiene la necesidad de tener un guía supremo y explicar lo inexplicable, entonces, los líderes toman esa necesidad y aprovechan la fe de las personas para su beneficio propio.

El objetivo de la religión católica no ha sido desde siempre el de conseguir un cierto número de personas para complementar lo que es la Iglesia, sino el de profesar la palabra de Dios en bien de esta gente. Se llevó a cabo durante los tres primeros siglos del cristianismo, que el obispo de Roma, considerado el sucesor de San Pedro aquí en la tierra es quien esta al mando de lo que se dice o se hace en favor del pueblo católico.

Los individuos nos basamos en los dogmas de fe que nos ha obligado a creer la iglesia y que tomamos como esenciales, y los cuales nos identifican y nos definen como seguidores de la religión católica frente a otras religiones, algunos de estos aspectos que nos distinguen de las otras doctrinas es que creemos en la encarnación del hijo de dios en el vientre de María, cuando Jesús convirtió el agua en vino en las bodas de Canaá, su muerte y resurrección al tercer día, la asunción de María al cielo en cuerpo y alma etc.

Otro dogma de fe es la santísima trinidad, es la afirmación central sobre la naturaleza de Dios, la cual reitera que dios existe simultáneamente en tres personas distintas, pero es un solo Dios verdadero, y esto es inaccesible al pensamiento humano ya que es considerado un misterio de fe.

La religión es una vía a la que todos tenemos acceso, y la mayoría creemos en ella y no la vemos como un error, sino como una opción de vida, una salida a un lugar el cual no conocemos pero al que deseamos llegar, estamos aquí, y el estadio en esta casa que es la vida no es gratis, hay un precio que tendremos que pagar en un lugar prometido o en la eternidad del limbo, (Yo no sé si Dios existe, pero si existe no le molestará mi duda. Mario Benedetti).

La religión como tal, esconde algunos hechos que no se nos muestran a los seguidores del catolicismo porque ponen en duda la veracidad de lo ocurrido con el hijo de Dios, ya que tales causas no las sabríamos interpretar y les daríamos un uso inadecuado a lo que en realidad sucedió, y la Iglesia correría el riesgo de que el pueblo católico tomara la palabra con respecto a lo sucedido con Dios, revelándose así contra el Vaticano.

Lo que pone en duda son las series de preguntas que nos formulamos con respecto a si Jesús vivió y si lo hizo, dónde lo hizo, quién fue él, cuáles fueron los hechos que hacen ser a la religión católica lo que es hoy en día, cuál es la verdadera imagen del señor al que levantamos nuestras plegarias, cómo sabemos si Dios fue hombre o fue mujer, y por qué confundimos a Dios con Jesucristo. Por qué los sacerdotes se dan a atribución de decir que los hombres son los únicos con derechos de decidir sobre lo que Dios dijo a los humanos si también hay monjas. “2 24: Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne, 25: Y ambos continuaban desnudos, el hombre y su esposa y sin embargo no se avergonzaba”.[1]

Porque Dios creo a Eva para Adán como un complemento, por qué la iglesia de ha dado el atributo de degradar a la mujer negándole el derecho de jugar papeles importantes dentro del clero.

Entonces el vaticano durante siglos ha mal interpretado la palabra del señor otorgándole a la mujer el puesto de servir al hombre y cuidar a los hijos, estando en casa “2 18: Dijo Yavé Dios: “No es bueno que el hombre éste solo, voy a hacerle un auxiliar a su semejanza”[2] . Estas son sólo algunas de las ideas que la Iglesia nos ha impuesto, no porque los sacerdotes en su explicación del sermón sea lo que den a entender sino por el hecho que hay una serie de contradicciones que ellos mismos cometen durante su interpretación. Dentro de la aclaración que nos dan muestran una serie de incoherencias, dando a entender que dentro de la religión no hay nada concreto o la menos que se pueda probar. Pero Jesús dijo: dichosos aquellos que creyeron sin haber visto, pero hoy en día usamos el: hasta no ver no creer, entonces qué pasa con lo que la iglesia en su búsqueda de nuestra fe perdida, qué nos enseña. En realidad nada. Somos católicos de palabra, vamos a misa los domingos por la mañana, damos la mano en señal de paz a la persona que se encuentra a nuestra derecha, comulgamos juntando las manos porque recibiremos el cuerpo de cristo, levantamos la oración de Padre Nuestro porque de ese modo perdonaremos y seremos perdonados, ¿pero quién en realidad sale de templo aplicando lo que se le dijo en el sermón? La gente sale casi huyendo de la Iglesia porque ya cumplió lo que en la Biblia le pide; “Santificar el domingo”, y tomarlo como día completo de descanso, sí, tomarlo para no trabajar, no realizar las labores que acostumbra hacer los seis días de la semana porque Dios dijo: como sea tu domingo así será el día de tu muerte, cómo lo interpretamos, si los domingos de tu vida fueron de trabajo y no asististe a descansar como Dios te lo mandó en la biblia cuando tu último aliento llegue será rápido y no tendrá descanso, en cambio si cumpliste con lo que el señor te pidió que hicieras tu alma tendrá un descanso eterno y la muerte que mereces según como llevaste tu vida.

Los hombres nos encontramos en un constante cambio, al percibir de una manera distinta la religión a causa de algunos factores que tienen influencia en nuestra vida cotidiana, y dejamos de lado nuestra prioridad de encomendarnos y servir a Dios. Y de alguna manera vana acudimos a él sólo cuando nos vemos metidos en algún problema al que no le vemos solución, y al final del problema de dar gracias nos olvidamos. Es ahí donde olvidamos el significado de la oración, el medio por el cual hablamos con Dios y lo hacemos con frecuencia y de ese modo logramos tener una estrecha relación con Jehová. Al final solo buscamos nuestro propio beneficio, gracias a la idea que la doctrina católica nos plantea desde que tenemos uso de razón de que si buscamos a dios obtendremos alguna recompensa.

Entonces sólo seguimos las interpretaciones que tiene la iglesia sin detenernos a reflexionar si lo que predican es o no verdadero y los pocos que lo hacen sufren el rechazo social que puede llegar a tal grado de condenar a la muerte, por el hecho de no aceptar las creencias impuestas por la doctrina.

A través de la historia hemos tenido varios personajes que han buscado la verdad a través de las interpretaciones asignadas por la Iglesia la cual era y es hasta cierto punto hoy en día una institución influyente en la sociedad. Estamos seguros de que siempre hubo personas que defendieron con valor el ideal de buscar la verdad y denunciaron las enseñanzas falsas de la iglesia, como fue el caso del arzobispo francés Agobardo de Lyon (779-840) quien denunció el culto a las imágenes, la consagración de templos a los santos y además las practicas litúrgicas sin bases bíblicas, un contemporáneo suyo el obispo Claudio de Turin se negó a aceptar la tradición eclesiástica y criticó los rezos a los santos y la veneración de reliquias. Durante el siglo XI, el archidiácono francés Berengario de Tours defendió que la Biblia era superior a la tradición de la Iglesia. Además rechazó el dogma de la transustanciación, y por tal razón fue excomulgado.

En el siglo XII dos hombres que demostraron amar la verdad bíblica fueron el sacerdote Pedro de Bruys y el monje Enrique de Lausana. El primero renunció a su cargo al no encontrar bases en las escrituras para llevar a cabo el bautismo de bebés, la transustanciación, los rezos por los difuntos y la adoración de la cruz. Sus ideas lo llevaron a la muerte en 1140. Por su parte Enrique denunció la corrupción en el seno de la iglesia y los ritos sin fundamentos bíblicos. En 1148 fue arrestado y encarcelado de por vida por tratar de desmentir a la iglesia.

Para el tiempo en que Pedro de Bruys fue quemado vivo en a hoguera por atreverse a criticar a la iglesia, nació un hombre que notaría un importante papel en la difusión de las enseñanzas bíblicas. Su apellido era Valdes Valdo. No era clérigo como Pedro de Bruys y Enrique de Lausana, pero valoraba la palabra de Dios tanto como ellos. De hecho se deshizo de sus bienes materiales y se encargo de que varias partes de las escrituras se tradujeran a un idioma que era muy común en el sureste de Francia. Algunos de los que tuvieron acceso a esta versión se emocionaron tanto al leerla en su idioma que también renunciaron a sus posesiones y dedicaron el resto de su vida a hablar de la biblia con el prójimo. Como era de esperar este celoso grupo de hombres y mujeres, quienes llegarían a ser conocidos como los baldences, se ganó la antipatía de la iglesia. En 1184 fueron excomulgados por el PAPA y expulsados de sus casas por el obispo de su diócesis. Podríamos llegar a comparar a estos personajes con Platón o Aristóteles en el sentido de que ellos trataron de averiguar y ver más haya que lo aparente aunque como ya lo fue mencionado se les trató de suprimir ya sea con el rechazo social o en el caso de las cuestiones religiosas era muy común la santa inquisición la cual era la institución más atemorizante por sus castigos inhumanos los cuales condenaban a gente inocente, haciéndole pagar culpas no correspondidas, esto ocasionaba un gran temor en la sociedad y ésta por no tener problemas preferían aceptar lo que la Iglesia les planteaba sin estipularse si era correcto o no. Era una sociedad prisionera que aparentaba ser ¨libre¨ sin siquiera acercarse un poco a ella por el motivo de que no había libertad de pensamiento, entonces no se podía poner en duda la lealtad de la iglesia, ya que al final era un solo camino a elegir, y ese era el de Dios.

Los métodos de castigo de la inquisición eran dudosos, pues se condenaba a brujas, hechiceros, ateos, herejes etcétera, pero había quienes de mala voluntad hacían denuncias en contra de quienes les caían mal, entonces llegaba la inquisición y tomaba a esas personas, acusándolas de adulterio y llevándolas directo a la hoguera y la humillación pública. Todo este proceso se llevo a cabo durante varios siglos, un castigo que muchos no merecían y aún así se les impuso. La iglesia sólo recibía la denuncia y llegaba a casa del acusado y lo sacaba, no se detenía a averiguar si lo que se decía era cierto o no, ya que se podría poner en duda su autoridad con el pueblo. Años de miedo se vivieron a través de este proceso de penitencia, y sin embargo no se hizo nada para detenerlo. Por qué la el clero se dio el papel de Dios en la tierra si sus obras no eran buenas, eran terribles castigos, que se llegaron a convertir en masacres, ya que mucha gente murió en estos actos de salvación.

La Iglesia católica tuvo el mando sobre escuelas, el pueblo, la religión que uno profesara (si no era la católica era condenado a muerte), con esto se vinieron las llamadas “Cruzadas”, las cruzadas fueron una serie de campañas militares sostenidas por motivos religiosos llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, en particular de los francos de Francia y el Sacro imperio Romano. Las cruzadas tenían el objetivo específico de restablecer el controlo cristiano en tierra santa, se libraron durante un periodo de doscientos años, de 1095 a 1291. Estas fueron expediciones emprendidas en cumplimento de un solemne voto para liberar los lugares santos de la dominación musulmana. El origen de la palabra se remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte activa en este movimiento.

Se menciona que esta lucha se llevo a cabo para defender Jerusalén de los musulmanes, los cuales profesaban la religión del islamismo, y querían apoderarse de la tierra santa donde había nacido cristo. Esta religión del islam es un sometimiento a Dios, es rendirse ante ese ser supremo a cada paso del camino, sin hacer distinción de tu vida diaria, religión y política. Esto quiere decir que ellos al entrar a Jerusalén lo que querían era cambiar la religión católica por el islam sin distinción de persona alguna. El pueblo católico lo vio como una amenaza y decidió luchar para sacar a los musulmanes de ahí. De alguna manera el catolicismo en aquel entonces era la religión con más fieles y seguidores que en cualquier otra religión, y al ver que alguien más deseaba tener el poder que ellos tenían sobre las personas, les asusto el hecho de que su dominio disminuyera.

Fue entonces cuando se empezaron a vender las indulgencias, las cuales eran la remisión ante Dios de la pena temporal de los pecados, el fiel que había hecho la compra de la indulgencia tenía que cumplir determinadas condiciones por mediación de la iglesia. Esto de vender un recibo donde compras tu lugar en el cielo es tonto, ya que Dios no se ganó la fe y aprobación de sus seguidores porque ofrecía el cielo a quien más lo necesitara y a quien menos lo mereciera también. Jesús no hizo trato con nadie y sus milagros jamás los vendió a los mejores postores o a quien pagara cierta cantidad a cambio de curar ciegos, resucitar muertos o el simple morbo de ver qué era lo más o lo mejor que podía hacer. Él probó ser quien era, haciendo al lado de sus discípulos oración, invocando a su padre para hacerle saber cómo estaba el mundo y cómo se encontraba él. El mundo es quien ha hecho de lado esa imagen de quien fue Jesús en realidad, un hombre sencillo, humilde, amoroso y aprobatorio hacia con el prójimo. Qué hemos hecho con la imagen de ese hombre tan maravilloso al que le llamamos “padre”. Lo hemos degradado hasta un punto que hoy en día no sabemos nada de él, sólo que murió por la humanidad para limpiar el pecado original al que Eva orillo a cometer a Adán. No rezamos ni le hablamos a Dios, se ha ido perdiendo la costumbre de santificar los días festivos, asistir a misa los domingos, comulgar, dar limosna. Actualmente vemos nuestros beneficios como tener un trabajo estable como mérito propio, nos atribuimos nuestros logros a nosotros mismos y dejamos de lado al creador. Nos conviene más creer que somos dueños de lo que pensamos, decidimos y actuamos a tener que pedirle a alguien por nuestro mañana. Dónde ha quedado el acto de encomendase a Jesús antes de salir de la casa. Hoy en día todo lo vemos muy normal, un asalto, los homicidios, secuestros, todo esto y más lo vemos como lo cotidiano de la vida, lo usual en nuestros días. Si te toca es porque estabas en el lugar, la hora y el momento equivocado, “no pasó a mayores” es lo que escuchas decir, “qué bien que sólo fue la cartera”, “de los males el menor”, todo pasa menos una oración, caminamos a la frase simple de “Dios, ayúdame”. En ese caso, no olvidamos en un cien por ciento la figura paterna del señor ni tampoco dudamos de su grandeza al hacer las cosas, si Dios quería que pasará, habría sucedido sino aunque estuvieras en el lugar equivocado no te habría ocurrido nada. Cuántos de nosotros desearíamos llegar a viejos, haber tenido una vida larga y plena, haber conocido al amor de nuestra vida, llorar, reír, y cuando el momento de exhalar nuestro último aliento llegue, tener a un sacerdote a un lado para que pueda otorgarnos el perdón de Dios y así podamos morir en paz. Quién dice que por haber llevado una vida llena de pecado, y en el momento terminal confesarle a otro mortal tus pecados serás bien recibido en el reino de los cielos. Que la confesión antes de morir te haga sentir mejor, como el buen católico que representas no significa que el señor te tenga un lugar reservado, sería como comprar una indulgencia a un sacerdote.

No estamos privados de nada. La religión católica es una doctrina accesible con respecto a cómo piensa la sociedad en general, pero tienes que saber interpretarla para obedecer sus mandamientos como los pone la biblia, porque habrá quienes interpreten a conveniencia lo que dice la palabra de Dios. Pero eso es juicio de cada quien, independientemente de lo que se crea dentro del catolicismo. No podemos ponernos a juzgar lo que desde pequeños se no ha inculcado, ya que sólo entraríamos en una serie de dimes y diretes, y lejos de encontrar preguntas, sólo cavaríamos un hoyo en el no hallaríamos respuestas sólo tropezaríamos con más preguntas. Es cierto que en la religión se nos esconden una serie de hechos que no nos serán revelados jamás, pero eso no significa que el que queramos encontrar la verdad se nos vaya a ser declarada.

El hombre desear salir de las sombrar y ver la luz, es un nuevo mundo, vivir en la ignorancia y comenzar a saber todo y nada es muy difícil, quien más conoce, más quiere saber cada día, necesita el conocimiento como fuente elemental de vida, entonces “¿la ignorancia es dicha?”, quien menos sabe es más feliz. O al menos eso es lo que se plantea.


Pocas cosas duelen como saber que alguien en quien confiamos nos ha mentido. Tal vez parezca impensable que lo que se sabe de Dios no es cierto. Es posible que se lleve una vida completa creyendo en cierta doctrina, pero, ¿puede una idea muy difundida y conocida por todos ser falsa? Como afirmó el ex presidente de Estados Unidos Franklin D. Rossevelt, “una mentira no se vuelve verdad por mucho que se repita”. Entonces, por qué averiguar si nos han mentido o no. En una oración a Dios, Jesús dijo: “tu palabra es la verdad (Juan 17:17)”. Y sin embargo podemos interpretar la biblia de mucha maneras pero en realidad nunca sabremos cuál es la verdad sólo tendremos que tener una buena conducta para poder complacer a ese ser supremo al que le llamamos Dios. Pues al fin y al cabo la iglesia no tiene la última palabra sobre quién se irá al infierno y quién gozara de la eternidad al lado del creador. Ya que somos dueños de nuestros actos y el ser que tiene la palabra y el castigo es el Señor. El hecho de que en este mundo terrenal existan instituciones que nos gobiernen como la religión o la política y traten de que sus seguidores estén en las sombras del conocimiento para ellos poder tener el control sobra la fe y buena voluntad de los individuos. Es por eso que estamos a disposición de un poder que esta por encima de nosotros, porque se nos ha prometido la vida eterna, pero no es sólo eso, para llegar a ese lugar tenemos que obrar bien, de otro modo, si supiéramos que tenemos un lugar en el cielo, nadie actuaría bien en beneficio de nadie, ya que ya sabes lo que te espera al otro lado de la vida independientemente de si hayas actuado bien o no.

¿Seremos dueños de una vida? Eso sólo Dios lo sabe, y es tal vez un secreto que a nadie se le será revelado jamás. Lo que tenemos en cuenta, es que mientras exista un mundo y habitantes en él, Dios será dueño y señor de todo aquello visible y no visible al ojo humano, lo entendamos o no, no cambiaran en nada las cosas. Lo único a lo que le hacemos modificaciones cuando hablamos es la forma de orar y hablar con Dios, él sabe cómo nos escucha, él sabe cómo se manifiesta ante nosotros, él verá la forma para no abandonar a sus hijos nunca, “La razón me dice que Dios existe, pero también me dice que nunca podré saber lo que es. Voltaire”



[1] Génesis (Cap. 2, ver. 24:25)

[2] Génesis (Cap. 2, ver. 18)

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