domingo, 27 de mayo de 2012

GENEALOGÍA DE LA MORAL de Nietzsche


Joel Benitez Benitez
Lo que entendí de la genealogía de la moral fue que en realidad no nos conocemos muy a fondo. Es como si estuviéramos conviviendo con un completo desconocido y no sabemos lo que queremos. Se supone que los humanos nos preocupemos por conseguir algo que se encuentra en nuestro conocimiento, pero en realidad no le ponemos el corazón suficiente a ello para conseguirlo y si para otras cosas sin mayor importancia. Somos incomprensibles: a diario deseamos muchas cosas, e incluso decimos que es lo que más deseamos en el mundo y que nos moriremos si no lo tenemos, y cuando ya lo tenemos mostramos una actitud de indiferencia, pensando que no es lo mismo que cuando no lo teníamos.
 Carecemos del alma suficiente para centrarnos en cosas que si son de verdad importantes, y lo malo es que ni siquiera nos damos cuenta de que esas cosas que son tan simples de conseguir están ahí. Podemos oír de esas simples cosas pero no sabemos escuchar de ellas, las vemos a simple vista pero no muy a fondo o a veces estamos sordos y ciegos a ellas. Lo más triste de esto es que esas cosas suelen formar parte de nuestra vida, como nuestras vivencias. Todo el tiempo las vivimos, pero no sabemos apreciarlas ni aprender de ellas, y en ese momento es cuando nos desconocemos.
 Otra de las cosas que entendí de la lectura es que los pensamientos acerca de la moral que se muestran aquí es que se expresan en la colección de otro libro que se supone que es para espíritus libres, o sea que es para las personas que no dependen totalmente de los preceptos impuestos. Lo que se pretende con este libro es que cambie la manera de ser de las personas y que maduren mentalmente, teniendo mejores pensamientos, y también que seamos más perfectos, guiándonos de una raíz común. La verdad creo que está en lo correcto, ya que debemos crear nuestros valores de manera emparentada.
  También se habla de la moral y de que la mayor parte del entorno del redactor se detiene frente a la pregunta de la creación del bien del mal, un tema que genera más problemas que soluciones. Realmente es un tema demasiado extenso, ya que el origen del bien y del mal se remonta a la Antigüedad, como la creación de los ángeles, de parte del bien, y del Diablo, de parte del mal, aunque aquí se le llama a Dios el padre del mal por haber creado al Diablo, lo que hizo que surgieran más incógnitas, pero consiguió que aprendiera a no buscar el mal detrás del mundo. Yo por mi parte le atribuyo la creación del mal al hombre, ya que como nosotros somos seres que podemos pensar hacemos lo que nos conviene, sea bueno o sea malo, aunque hay que reconocer que en la Antigüedad no se usaba mucho el pensamiento racional y el hombre no sabía diferir. Yo creo que el apuro del hombre por tachar las cosas de buenas o malas, que es otro de los problemas que se plantearon, es que lo que trataba era de ser un ser perfecto y hacerse notar, para lo que se le ocurrió hacer la división entre bien y mal. De ese modo sabría lo que podría hacer y lo que no podría hacer para ser perfecto. De la pregunta de si se ha obstaculizado o fomentado el desarrollo humano gracias a esta duda, yo opino que lo ha obstaculizado tanto como lo ha fomentado. Obstaculizado porque eso ha impedido que el hombre se realice a sí mismo como el quiere y se coloque límites, y fomentado porque ha tomado algunas buenas decisiones, aunque no todas han sido buenas.
 Yo sigo pensando que fue bueno clasificar los actos, porque si no fuera así todos harían lo que quisieran y podrían no ser buenas decisiones: hasta podrían perjudicarnos como a mediados del siglo XX.
 Para todo tiene que haber límites y creo que no es tan importante el origen del bien y del mal, sino la intención del porqué se crearon: para llevar una buena vida. La moral es la barrera entre lo correcto y lo prohibido y no hay que complicarse demasiado en ese tema, sólo hay que seguir de modo correcto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario